jueves, 10 de abril de 2008

Introducción a la Musicoterapia

Si existiera la posibilidad, por remota que fuera, de traficar con los créditos de libre elección, yo sería la primera en hacerlo. Intentaría comprárselos a aquel individuo que fuera sobrao y no me remordería la conciencia. Porque los llevo mal, muy mal, y me faltan muchísimos por completar, y como esto siga así acabaré en los periódicos como la imbécil que tuvo que estar un año más completando créditos. Como intento evitar a toda costa que este titular se produzca, este año me he apuntado a un curso, "complemento de formación", con el título de este post. Pensaba que se trataba de un conjunto de charlas o algo así, pero no... Duró del 31 de marzo al 4 de abril, y el primer día, tras una brevísima presentación, me encontré...
... bailando como una loca una danza africana, unos cuantos reguetones, dando brincos, creo que también me marqué una salsa y cuando por fin me liberé tenía agujetas y estaba reventada. Lo peor es que la paliza que nos propinaron (a las que hicimos el curso) venía de manos de una profesora de Valladolid que tiene 72 años, mejor cuerpo que yo, mejor condición física que yo, que baila mejor que yo, que se lo pasaba chachi (como yo) y que hizo del curso algo dinámico y distinto. La verdad es que fue más interesante de lo que esperaba, y mucho, mucho más divertido, prefiero millones de veces el enfoque que le dio antes que soportar charla tras charla como en otros cursos, que acabas aburrido/a y jugando a la brisca con el de al lado o conectándote al mp3.
Me dio pena que se terminara. Estoy reventada y tengo sueño retrasado (aunque mi forma de dormir no sea normal) porque tuve que renunciar a mi siesta (que es sagrada) toda la semana para asistir, pero me lo pasé tan bien...
Así que gracias a la profesora, por el curso y por ese carácter tan personal (una mezcla de salida con un poquito de estar como una cabra), por las técnicas de relajación y por los reguetones, porque estaba yo un poco diciclotímica (creo que esa fue la palabra con la que me describiste, y sabes que me refiero a ti, aunque no he encontrado dicho palabro en la RAE) y me animó bastante. Aún no encuentro bien dónde estaba la Musicoterapia, porque algunas de las actividades no las relaciono bien con dicha disciplina, pero el caso es que repetiría sin dudarlo.
Y para que todo sea redondo, sólo queda que me den pronto mis 3 créditos, y acercarme un poco más a los cincuenta y tantos que debo completar.

1 comentario:

Mj dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAAJA.

Nada comparable a mi curso de verano de "Las culturas del Vino", también conocido como: anda, emborráchate y te damos créditos. Que risión, de verdad...lo quitaron al año sigueinte, no me extraña nada jajajajajaja.