miércoles, 27 de enero de 2010

Vaya día

Hay días en los que me gustaría ser otra persona. Hoy es uno de esos días.

A veces no me gusta cómo soy. Lo malo es que esto empieza a pasar la mayor parte del tiempo. Y encima no soy capaz de llorar, aunque quiera y aunque lleve toda la tarde con música triste... y mi móvil se está rompiendo y no quiero otro... y ahora ya es tarde para todo... a buenas horas mangas verdes... y encima todo mi trabajo y mi esfuerzo no han servido para nada... y además tengo frío...

Hoy es uno de esos días en los que todo me parece una mierda.

viernes, 15 de enero de 2010

Orla

Vaya por delante que yo no quería salir en la orla, pero después de que me montaran una bronca tan grande como el Empire Estate Bildin y de que me exigieran que me hiciera las fotos, pues ya está. Hoy me han tirado las fotos para la orla de fin de carrera.

No sé cómo saldré al final, porque el fotógrafo no era especialmente amable, y tenía prisa, y decidir en 0,2 segundos en qué foto de cuatro disparos me veo mejor... pues me veía igual en todas. Pero bueno, he elegido una normal y otra con birrete (americano, porque yo quería el español, pero parecía un obispo con eso en la cabeza).

Eso sí, aunque hace algún tiempo en una entrada anterior dije que me volvían loca los chicos con camisas blancas con mangas del siglo XIX, hoy tengo que decir que, aunque las camisas de hoy ya no tienen esas mangas, no hay nada más sexy que un chico con una camisa blanca. A pesar de que las mangas no sean las mismas. Ays...

miércoles, 13 de enero de 2010

El tiempo en Navidad

EL TIEMPO EN NAVIDAD

ACTO PRIMERO



(Se abre el telón. Aparece una mesa de estudio, desordenada, llena de folios, libros, bolígrafos y subrayadores fluorescentes. Detrás de la mesa hay una chica sentada, estudiando. Tiene a su derecha un teléfono móvil de la Edad de Piedra. Tiene el pelo recogido, aunque le caen algunos mechones por la cara. Todo está en silencio.
De pronto, se oye la sintonía de la serie “Futurama” en versión cutre para móvil viejo. La chica levanta los ojos del folio, coge el móvil con cara de pocos amigos y lee el mensaje de texto que acaba de recibir en voz alta, para sí misma).


MINI.- “¡Hola! ¿Sabes qué? ¡Está nevando! Hemos hecho fotos para que lo veas. ¡Una buena nevada! J y G han salido a hacer muñecos de nieve. ¡Te encantaría! Besos.”

(Sonríe. Responde al mensaje que acaba de recibir. Se oye el sonido de las teclas, pip, pip, y va diciendo lo que escribe en voz alta).

MINI.- “A ver si cuando yo vaya sigue nevando. Siempre que voy nunca nieva. Besos.”

(Deja el móvil en la mesa y sigue estudiando. Se apagan las luces).


ACTO SEGUNDO


(El escenario ha cambiado. Ahora, la mesa de estudio es la mesa del salón de una casa. A su alrededor hay cuatro sillas. Está llena de platos y vasos vacíos, como cuando se ha terminado de comer. MINI está con su familia, que fue quien le mandó el mensaje de móvil a su alrededor. Sentados con ella, están EL PADRE, LA MADRE y EL HERMANO MAYOR).

EL PADRE.- ¡Vaya vacaciones llevamos! No ha dejado de llover ni un solo día.
MINI.- Lo dije, en cuanto llegara yo, dejaría de nevar.
EL HERMANO MAYOR.- ¡Con lo que disfrutarías tú con J y G jugando en la nieve!
MINI.- Ya, pero nunca nieva. Y a mí me gusta eso: que nieve, que haga frío, que me caiga una rasca que no pueda soportar... Me voy a ir a Canadá, a la parte francófona, en cuanto trabaje y junte un par de sueldos.
EL PADRE.- Sois tontos. ¿Os gusta esto? ¿De verdad? No hay nada como el sol, el calor... Este clima es una mierda.
EL HERMANO MAYOR.- ¿Y para qué quieres ir tú a Canadá? ¿No prefieres ir a Cádiz?
MINI.- Para ver un concierto de Bruno Pelletier. Por lo menos uno en mi vida. Y ya que estoy allí, otro de Garou.
LA MADRE.- (Seria, y sin mirar a ninguno a la cara, se levanta y empieza a recoger la mesa) El tiempo. La mejor conversación cuando no se tiene nada que decir. ¿No tenéis nada que contar?

(Todos bajan la vista. Se hace el silencio. Es un silencio incómodo. MINI no dice nada y mira a LA MADRE).

LA MADRE.- Está bien. Yo tampoco tengo nada que decir. Y tú, Mini, deja de decir estupideces y vete a recoger la cocina.

(MINI sale, sin decir nada. Salen después EL PADRE, EL HERMANO MAYOR y LA MADRE).

ACTO TERCERO

(No aparece la mesa sobre el escenario. Está vacío. Sólo aparecen MINI y EL HERMANO MAYOR con una maleta, una mochila y un bolso. A su alrededor, otras personas con sus respectivos equipajes. Todos van muy abrigados):

EL HERMANO MAYOR.- ¡Al final has visto nevar!
MINI.- (Sonríe con tristeza) Justo el último día, ahora que me tengo que ir.
EL HERMANO MAYOR.- (Restándole importancia) ¡Bah! A ver si sale el tren que es lo que interesa. ¡Mira! Por ahí viene ya. (Abraza a MINI) Ten cuidado y estudia mucho.
MINI.- (Con voz triste) Vale.

(Sale MINI. EL HERMANO MAYOR agita la mano, diciéndole adiós. Tras unos minutos, sale EL HERMANO MAYOR).

ACTO CUARTO


(Aparece otra vez la mesa de estudio. MINI está sentada estudiando. Reina el mismo caos de folios, libros, bolígrafos y subrayadores fluorescentes. Encima de esa mesa está el mismo móvil de la Edad de Piedra. Se oye la sintonía de la serie “Futurama” en versión cutre para móvil viejo. Lee en voz alta el mensaje que acaba de recibir).

MINI.- (Con voz monótona, aburrida) “Aquí llueve. Hemos visto en El Tiempo que allí también va a llover mañana. Abrígate. Ten cuidado. Ya no nieva. Besos.”

(Deja el móvil sobre la mesa. Suspira. No responde al mensaje)

MINI.- (En voz alta, para sí) Estupendo... No pensé que se me pasaría tan pronto la depresión postvacacional. Ni siquiera han preguntado qué tal estoy... (Suspira)

(Vuelve la vista al folio. Se van apagando las luces. Todo queda oscuro.
Cae el telón)


FIN

viernes, 8 de enero de 2010

Domingos por la tarde

Oooooooooohhhhhhhhh, ya hemos cambiado de año. El 2010. Se me hace raro tener que escribir dos cifras al final. Seguro que, inconscientemente, sigo poniendo dos ceros, y escribo algo como 20010. Se me hace raro no mirar los puentes y fiestas del curso siguiente, pero claro, ya no habrá curso siguiente. Era una de mis costumbres favoritas.

Los Reyes Magos se han portado muy bien conmigo. Eso es porque saben que no soy mala del todo. Pero lo que yo pedí era otra cosa, y espero que, como no soy del todo mala (podría y debería ser peor) me la traigan: un buen febrero y un mejor junio.

"Sabes que no hay nada más triste que un domingo por la tarde".Es cierto. Nunca me han gustado. Son... tristes, depresivos. Como este domingo que va a llegar dentro de un día. Es un domingo por la tarde muy triste. Ays, sufro depresión post-vacacional. Espero que se me pase pronto. La frase está en la imagen que cierra el blog, que es de la película "El Fantasma de la Ópera", versión 2004, el musical. Voy a verla. Cuando estoy triste, me encanta ver películas y escuchar música tristes. De verdad.

P.D.: Como es la primera entrada de 2010, Feliz Año a todos y a todas los y las que se pasen por aquí :)