viernes, 20 de abril de 2012

Dia 21: una canción que quieres para tu boda

No sé si llegaré a casarme algún día, pero mientras me estuviera vistiendo de novia me encantaría tener esta canción de fondo, The wedding song, de la película The Corpse Bride (La novia cadáver) de Tim Burton, a cargo de su músico y compositor favorito, Danny Elfmann. Me encanta este tema, y creo que lo pondría hasta en la celebración posterior. Siento que el vídeo no tenga imágenes, pero es que no he podido encontrar otro. Al fin y al cabo, lo que importa es la canción :)

lunes, 9 de abril de 2012

Día 20: una canción que te recuerda al amor de tu vida



La verdad es que no he conocido al amor de mi vida, ni creo en el amor para toda la vida, pero si estuviera enamorada supongo que la canción que mejor definiría ese amor es Como yo te amo de Raphael, una de mis canciones favoritas, intensas, de esas que hacen creer que ese tipo de amor existe. He elegido este vídeo del concierto en Madrid, porque así lo vi yo, pero la canción original es un poco más larga. Así supongo que deberia sentirse una al estar con el amor de su vida.

Soy fan de Raphael :)

viernes, 6 de abril de 2012

Día 19: una canción que te encantaría escuchar en vivo alguna vez



Sin duda: La manic, de Bruno Pelletier. Me encanta su voz y escucharle en directo debe ser una pasada. Además, me encanta su simpatía y su dulzura en el escenario, tiene una de las sonrisas más dulces que he visto; y esta canción es una de mis favoritas. Y me encantaría poder saludarle después del concierto y pedirle foto :) Tengo que hacer planes para verle en directo alguna vez.


También me gustaría ir a un concierto de Rammstein (ya dejé uno de sus temas por aquí), a uno de Blue October y si volviera a escena El Fantasma de la Ópera no me lo perdería. A un concierto de Raphael ya he ido, pero repetiría. Si es que me gusta de todo :)

jueves, 5 de abril de 2012

Día 18: una canción de tu disco favorito

Aunque me cuesta elegir un solo disco, después de mucho pensar, creo que hoy por hoy mi disco favorito es Miserere, de Bruno Pelletier, y dentro de este disco, la mejor canción es Aime. "Amar"; la única verdadera razón para vivir, el más duro de los caminos a seguir... querer y dejar que te quieran, con todo lo que eso implica. Preciosa canción en una voz única :)

miércoles, 4 de abril de 2012

Día 17: una canción que escuchas en todos lados



Me levanto, pongo la radio, y suena Ai Se Eu Te Pego, de Michel Teló. Me voy en el autobús, y suena. Me voy a otra ciudad y suena por la calle, en serio. Vaya donde vaya, a la hora que sea, donde sea, la emisora que sea... siempre suena. Así que la escucho en todos lados y a todas horas.

lunes, 2 de abril de 2012

Día 16: una canción que te gustaría escuchar más frecuentemente



How Can I Remember, de John Williams, es una canción que me gustaría escuchar con más frecuencia. Forma parte de la música de la película Sabrina (y sus amores) protagonizada por Harrison Ford, Julia Ormond y Greg Kinnear, que es una pastelada pero es una de mis favoritas. Me gusta mucho esa canción; aunque es una preciosa canción de amor, a mí me pone triste, y es una de las que incluiría en mi lista de canciones para llorar en los días en los que sólo quiero llorar, como hoy. Pero aunque hoy no fuera un día choff, sí que es una canción que escucharía más a menudo.

How can I remember?

No soy una persona especialmente tranquila. Tampoco soy una persona especialmente nerviosa. Suelo ser tranquila, pero cuando pierdo los nervios no puedo controlarlos. Y cuando eso pasa, los ojos se me llenan de lágrimas, siento un nudo en la garganta, unas ganas de llorar tremendas y por mucho que intente controlar los sollozos, inevitablemente los ojos se me rebosan de lágrimas y empiezan a caer, sin aspavientos. No grito, no me enfado; simplemente lloro. Y me cuesta mucho evitarlo.
Aunque me diga a mí misma que me calme, no puedo, soy de lágrima fácil, muy fácil.

Hoy he recordado dos veces en las que me he puesto nerviosa y me dieron ganas de llorar de ese modo, y me costó muchísimo evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos. Pero lo conseguí.

La primera fue en un "seminario práctico" en cuarto de carrera, con el Dr. M. Nunca he entendido por qué los llamaban seminarios prácticos. Lo de seminario sí lo entiendo, porque lo busqué en la RAE (5. Clase en que se reúne el profesor con los discípulos para realizar trabajos de investigación); por eso me sobra lo de práctico. El caso es que después de cinco horas lo único que saqué fueron unas ganas de llorar tremendas y unas cuantas voces. Y a mí cuando me gritan me cohíben. Así que rogaba que el tiempo pasara rápido para poder salir de allí lo antes posible. No recuerdo haber aprendido nada. En esas cinco horas conseguí retener las lágrimas, pero pasé el resto de la tarde llorando.

La segunda fue en un examen de dermatología, tras dos convocatorias agotadas. Me presenté pensando que había estudiado y no debería tener problemas. Pero cuando me senté en la clase y me dieron los folios en blanco, e iban dictando las preguntas, conforme las escribía pensaba: "No puedo". Y sentí ese nudo en mi garganta, las ganas de llorar, las lágrimas empezando a llenar mis ojos, el deseo de salir de allí cuanto antes, aunque fuera entregando el examen en blanco. Intenté serenarme, pensar que lo sabía, que había trabajado muchísimo la asignatura, que podía responder las preguntas... Pero cuando me pongo nerviosa no puedo seguir pensando. Y respondí de mala manera dos preguntas y me fui de allí corriendo, sabiendo lo que había hecho (suspender) y logrando retener las lágrimas en ese momento. Cuando nadie me vio, agoté todas las ganas de llorar que tenía. Lo dejé para otra convocatoria y de ahí ya salí mejor.

¿Cómo puedo recordar esto ahora? Supongo que las cosas que nos pasan siempre quedan por ahí, y salen de vez en cuando, cuando pasa algo parecido o pasa algo que te pone en la misma situación. Muchas veces me gusta pensar que tengo memoria selectiva y que lo malo pasado lo olvido, pero no es verdad. Sigue ahí, y esos recuerdos me asaltan de vez en cuando. Hoy he tenido otra de esas situaciones aunque no en una clase, afortunadamente, aunque unas cuantas voces sí que me he llevado, y los ojos llorosos me han delatado. Decir ahora que cuando pase el tiempo esto me parecerá lejano y ni lo recordaré sería mentir. Estoy nerviosa y triste y mañana todavía seguiré así... hasta que llegue el día dieciocho, espero.

Entonces ya no me harás perder los nervios de esta forma.