martes, 20 de noviembre de 2007

Sobre los cines Puente Real

Tardo mucho en enterarme de las cosas. Podría decirse que soy prácticamente el último mono, cuando todo el mundo sabe lo que ha ocurrido, algo relevante, o curioso, o simplemente algo que pasa en la ciudad donde vives, yo me enteraré cuando ya todos estén a otra cosa. La verdad es que tampoco hago mucho por enterarme. Algo parecido acaba de pasarme. El miércoles pasado fui con dos amigas (Blanca y María) al cine. De la peli que vimos ya hablaré otro día. Badajoz, como ya he dicho en alguna ocasión, es una ciudad que me gusta mucho, especialmente por el teatro que tiene. También tiene dos cines, porque la semana pasada mis amigas y yo discutíamos a cuál de los dos ir, puesto que la programación no era la misma, pero ya tengo que hablar en pasado, tengo que decir que Badajoz tenía dos cines, porque uno de ellos, Puente Real, acaba de cerrar.
Una tarde Blanca me dijo que en el periódico había salido la noticia de que los citados cines cerraban. Así ha sido. Pero cuando se ha ido expandiendo la noticia y he preguntado si el artículo ofrecía la razón del cierre, nadie ha sabido contestarme. Supongo que, como negocio que era, habrá dejado de ser rentable.
No soy ninguna especialista en cine ni pretendo dar lecciones a nadie. Soy una aficionada, que lee y aprende sobre cine todo lo que puede, porque es una de mis grandes pasiones. En una conocida revista de cine leía, no hace mucho, que en Madrid, Barcelona y otras ciudades de renombre se empezaban a cerrar cines. Como Teruel también existe, y Ciudad Real y Badajoz también, pues a cerrar cines se ha dicho. Apenas conozco Madrid (mis recuerdos sobre esta ciudad se limitan a una excursión en 5º de Primaria al Museo de Ciencias Naturales, creo, al Retiro y al cine IMAX) y no sé si sus cines (o los que se han cerrado) son bonitos o están situados en lugares bonitos. Pero sí conozco Badajoz, y sé que los cines (los 2) están situados dentro de un complejo de ocio (rodeados de restaurantes, bares, recreativos...) como si remarcaran el concepto de negocio del cine.
Me gustaría encontrar algún cine aislado, en un local o edificio precioso, sin bares a su alrededor, pero sé que tal y como está hoy la vida esto es casi un imposible. Pero por lo menos que respeten lo que hay.
Siempre pensé que la cartelera aquí no era muy afortunada, y siempre preferí la cartelera de Puente Real. Además allí conseguí los carteles de Orgullo y Prejuicio y El Ilusionista.
Me ha dado pena. El cine es, aparte de un negocio que mueve muchillones especialmente en Estados Unidos, un arte. Un modo de expresión de un director que posee una idea, una crítica, una visión del mundo y de la sociedad que le rodea y le ha tocado vivir, y para hacerla llegar a la gente, se sirve de todos los profesionales (no sólo actores y actrices) que trabajan en el cine. Es una forma de cultura, como lo puede ser la pintura, la escultura, la literatura, con la que guarda tan estrecha relación adaptando libros a la gran pantalla. Y cerrar un cine es como cerrar una ventana por la que se nos muestran ideas, por la que se nos hace pensar, reír, llorar, aprender... ¿Quién no ha quedado alguna vez impactado por una imagen, una escena, una frase, un diálogo entre personajes? Debería estar prohibido por ley cerrar los cines. Sólo los libros y el cine han sido capaces de abrir mi mente y de hacerme vivir momentos extraordinarios. Otras vidas. Otras situaciones. De hacerme sentirme reflejada en una historia, como si fuera la película que relatara mi vida, como si fuera yo la protagonista en vez de la actriz.
Ojalá los cines vuelvan a reabrir sus puertas.

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