viernes, 26 de agosto de 2011

Pieza a pieza...


Pieza a pieza, la gente desaparece de tu vida. Al principio, nada más desaparecer, siguen ahí, en el recuerdo, y entonces sus piezas empiezan a desvanecerse una a una.
WALLACE, Daniel: El Rey de la Sandía.

Nos cruzamos, y le basta media centésima de segundo para reconocerme y saludarme. Y sonrío, y saludo, pero no sé quién es. Ahora he recordado su nombre, pero no recuerdo sus apellidos. Sus piezas se desvanecen una a una. Como las de muchos otros. Inevitablemente.

2 comentarios:

Diana Rincewind dijo...

¡Me alegro mucho de que volvieses! Me ha hecho mucha ilusión ver tu comentario después de tanto tiempo.

Yo también he estado desaparecida estos meses, entre unas cosas y otras lo vas dejando... pero ya tocaba volver :)

Me ha gustado mucho el trocito que has puesto, no conocía esa ¿novela?
Es triste, muy triste, pero real. A fin de cuentas, nosotras también habremos dejado de existir (o estamos a punto) para personas con las que alguna vez mantuvimos algún tipo de trato.

Pero bueno, la vida sigue. ¡Espero que pasases un buen verano y que todo te vaya bien! ¡Cuídate y recibe un abrazo muy fuerte! :D

Diana Rincewind dijo...

¡Hola! Como ves yo tampoco es que conteste lo que se dice pronto, pero entre unas cosas y otras...

No tenía ni idea de esas novelas, ni de su autor, y menos aún que Big Fish estaba basada en un libro. Recuerdo que cuando la vi empezar, un poco obligada por mi compañero de piso, pensé que no me gustaría nada pero tengo que admitir que al final acabé medio sollozando bajo la manta y pasó a ser de mis preferidas. ¡Así que me las apunto!

¿Cómo va todo? Espero que bien y tener pronto noticias tuyas. ¡Un abrazo!