lunes, 2 de abril de 2012

How can I remember?

No soy una persona especialmente tranquila. Tampoco soy una persona especialmente nerviosa. Suelo ser tranquila, pero cuando pierdo los nervios no puedo controlarlos. Y cuando eso pasa, los ojos se me llenan de lágrimas, siento un nudo en la garganta, unas ganas de llorar tremendas y por mucho que intente controlar los sollozos, inevitablemente los ojos se me rebosan de lágrimas y empiezan a caer, sin aspavientos. No grito, no me enfado; simplemente lloro. Y me cuesta mucho evitarlo.
Aunque me diga a mí misma que me calme, no puedo, soy de lágrima fácil, muy fácil.

Hoy he recordado dos veces en las que me he puesto nerviosa y me dieron ganas de llorar de ese modo, y me costó muchísimo evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos. Pero lo conseguí.

La primera fue en un "seminario práctico" en cuarto de carrera, con el Dr. M. Nunca he entendido por qué los llamaban seminarios prácticos. Lo de seminario sí lo entiendo, porque lo busqué en la RAE (5. Clase en que se reúne el profesor con los discípulos para realizar trabajos de investigación); por eso me sobra lo de práctico. El caso es que después de cinco horas lo único que saqué fueron unas ganas de llorar tremendas y unas cuantas voces. Y a mí cuando me gritan me cohíben. Así que rogaba que el tiempo pasara rápido para poder salir de allí lo antes posible. No recuerdo haber aprendido nada. En esas cinco horas conseguí retener las lágrimas, pero pasé el resto de la tarde llorando.

La segunda fue en un examen de dermatología, tras dos convocatorias agotadas. Me presenté pensando que había estudiado y no debería tener problemas. Pero cuando me senté en la clase y me dieron los folios en blanco, e iban dictando las preguntas, conforme las escribía pensaba: "No puedo". Y sentí ese nudo en mi garganta, las ganas de llorar, las lágrimas empezando a llenar mis ojos, el deseo de salir de allí cuanto antes, aunque fuera entregando el examen en blanco. Intenté serenarme, pensar que lo sabía, que había trabajado muchísimo la asignatura, que podía responder las preguntas... Pero cuando me pongo nerviosa no puedo seguir pensando. Y respondí de mala manera dos preguntas y me fui de allí corriendo, sabiendo lo que había hecho (suspender) y logrando retener las lágrimas en ese momento. Cuando nadie me vio, agoté todas las ganas de llorar que tenía. Lo dejé para otra convocatoria y de ahí ya salí mejor.

¿Cómo puedo recordar esto ahora? Supongo que las cosas que nos pasan siempre quedan por ahí, y salen de vez en cuando, cuando pasa algo parecido o pasa algo que te pone en la misma situación. Muchas veces me gusta pensar que tengo memoria selectiva y que lo malo pasado lo olvido, pero no es verdad. Sigue ahí, y esos recuerdos me asaltan de vez en cuando. Hoy he tenido otra de esas situaciones aunque no en una clase, afortunadamente, aunque unas cuantas voces sí que me he llevado, y los ojos llorosos me han delatado. Decir ahora que cuando pase el tiempo esto me parecerá lejano y ni lo recordaré sería mentir. Estoy nerviosa y triste y mañana todavía seguiré así... hasta que llegue el día dieciocho, espero.

Entonces ya no me harás perder los nervios de esta forma.

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